viernes, 20 de abril de 2012

¿ AUMENTAR LA RATIO EN LAS AULAS?



Lo que era un rumor hace unos días, hoy es ley. El gobierno a través de un decreto ley permite aumentar hasta un 20% la ratio en las aulas. Ahora bien, invito al señor Wert y miembros del actual gobierno, que dudo hayan pisado un colegio o instituto público en su vida a pasar un día con nosotros, los docentes, a los que están pidiendo tantos esfuerzos.
Si a día de hoy ya es difícil dar clase con las condiciones actuales a un grupo de adolescentes en plena efervescencia, por supuesto cada uno de su padre y de su  madre, con múltiples problemáticas y completamente desmotivados, no me quiero imaginar lo que supondrá aumentar este número el próximo curso.
Hace unos años un experto pedagogo, como todos ellos, sabios teóricos de la educación que hablan a un público de adultos, en silencio que les escucha, lo que siempre me llama enormemente la atención. Si nosotros en secundaria tuvieramos este público entregado ¡ sería maravilloso! poder enseñar matemáticas, naturales,historia, lengua, etc. y no tener que estar constantemente invitándoles a callarse. Trabajamos en las trincheras de la educación  ¿ estas en las trincheras? me dijo un pedagogo hace unos años y .es verdad ,excelente símil, comparar el aula con  el frente. Pues si trabajo a  pie de aula.
El alumnado es heterogeneo, en muchas ocasiones han crecido sin que sus progenitores les impusieran ningún límite. Rodeados de tecnología y maquinitas que les han impedido desarrollar la capacidad de escuchar una simple explicación o seguir el hilo de un razonamiento. Así pues el docente especialista en una materia debe impartir un temario en cada uno de los niveles y realizar adaptaciones al nivel de aprendizaje de cada alumno tal y como estipula la ley. Ahora bien como muchos alumnos no se molestan ni siquiera en traer el material básico, lápiz y cuaderno, y utilizan las mochilas como almohada para recuperar las horas de sueño que les robo el ordenador, el docente se pasa gran parte de la clase recriminando conductas de al menos un 50% del alumnado. Ante las recriminaciones algunos alumnos reaccionan, pero algunos no aceptan que se les llame la atención y entonces recurren al insulto y al descaro, Existe también un porcentaje variable de alumnos, según los grupos, que podríamos llamar aceptable o lo que es lo mismo, realizan las tareas que se les asignan y muestran cierto respeto hacía los adultos que les educan en el centro. Y es excepción encontrar alumnos que devoren los libros, quieran aprender por el simple hecho de convertirse en mejores personas y enriquecerse. Por supuesto, los alumnos que leen literatura son minoritarios.
Los chicos son frutos de la sociedad en la que han nacido y crecido que no ha sido otra que la España del mucho ladrillo y poco libro. Con este panorama enseñar hoy es una tarea de titanes.
A pesar de todo esto la mayoría de docentes intentan cada día, realizar su trabajo, ante una sociedad que desprecia el saber por el saber y que se ha pasado de rosca adorando al becerro de oro.
Si, señor Wert le invito a que pase un día con nosotros, a lo mejor cambia su perspectiva sobre la soberana chorrada de que si son más en el aula se socializan mejor.
No me quiero imaginar lo que serán las aulas el curso que viene, los docentes harán el esfuerzo que usted les pide, pero me temo que los grandes perjudicados serán esos pocos alumnos que quieren aprender y formarse, y claro se beneficiarán los que van al instituto a hacer amigos, imaginar artimañas para burlar las normas y pasar el rato.
Esta decisión no es inocente, es otra estocada a la ya dañada enseñanza pública. Como la educación no es un valor que coticé en bolsa los resultados de estas decisiones los veremos más adelante, dentro de unos años cuando la escuela pública se haya convertido en un gueto de los menos pudientes y las familias que aún sigan valorando la cultura y la educación busquen otras posibilidades como la concertada, en la que no están recortando ni un céntimo.
En Castilla-La Mancha habíamos conseguido un logro histórico, teníamos un modelo de calidad que daba igualdad de oportunidades a todos. Con este decreto retrocedemos, volvemos a la escuela del post-franquismo, nos empobrecemos como sociedad. Claro que a ustedes les importa un bledo. Al pueblo cuanto más atontado mejor, que luego protestan y se van a las plazas a tocarnos las narices y nosotros queremos seguir mandando en todo. Se está fragmentando la cohesión social de este país. Lo siento pero no me creo que no se pueda recortar en otras cosas. La educación ha perdido otra batalla.

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