viernes, 29 de noviembre de 2013

DUELO POR EL TAJO


El Tajo es el único río que desemboca en dos mares. Sufre una herida brutal desde los años setenta. Ya 40 años de trasvase. Una obra faraónica fruto de otro tiempo que nos robo el agua y con ella la vida. Queremos un río vivo y no un estanque, que es en lo que se ha convertido el río a su paso por Talavera.
Hace ya años que la plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche lucha por acabar con ese despropósito. En la misma están representados más de 200 colectivos y asociaciones. ¿Quién no recuerda la multitudinaria manifestación del 20 de junio del 2009? Fue un día grande. Parece que se iba a colar en la  agenda de los grandes partidos el problema del Tajo, de nuestro río. Pero el tiempo ha pasado y la partidocracia que nos gobierna nos ha vuelto a golpear nuevamente.
Este mes ha salido a la luz “El memorándum Tajo-Segura”. Escuche la palabreja hace un par de días, y pensé ¿qué estrategia jurídica es esa? Y la verdad es que lo han hecho muy  pero que muy bien. Tras leer algo sobre el tema, que es bien complejo, parece ser que han trabajado en una comisión bastante opaca, representantes de los grandes intereses económicos que reporta el agua de nuestro río en las comunidades de  Murcia y Valencia. Y finalmente Castilla-La Mancha, con ese poder absoluto que tiene el partido en el poder ha firmado el documento que no es otra cosa que una enmienda a la Ley de Impacto Ambiental que por triquiñuelas jurídicas han conseguido que primen los derechos de los regantes que reciben el agua del trasvase sobre los ciudadanos ribereños del río. ¡¡Vamos una vergüenza!!! Nada de transparencia, ni participación ¿No tendría que haber habido en esa comisión algún representante de  los ciudadanos que viven en la cuenca del Tajo? ¿Por qué solo estaban representados los intereses económicos de los que llevan recibiendo el agua durante  cuarenta años?

Una vergüenza y una tomadura de pelo más.  Hoy éramos pocos, pero suficientes para encender una vela en el puente y llorar por nuestro río, nuestro hermoso río por el que seguimos luchando, porque queremos un río vivo. Porque queremos bañarnos en el Tajo, como lo hicieron nuestros antepasados y queremos que lo hagan nuestros hijos. 

martes, 19 de noviembre de 2013

CONSTRUYENDO MODELOS. LA ECONOMÍA DEL BUEN VIVIR


La transmisión de experiencias y saberes es una de las características más importantes de las sociedades del siglo XXI.  Escuchar la ponencia de Alberto Acosta en Arenas de San Pedro hablando sobre “La economía del buen vivir” es una buena muestra de este fenómeno.
Este brillante altermundista fue presidente de la asamblea constituyente de la actual constitución ecuatoriana. Una norma que contempla por primera vez la naturaleza como sujeto de derecho y refleja los derechos de las comunidades indígenas. Además está constitución refleja por primera vez en el mundo al  agua como un derecho humano fundamental.
Alberto Acosta comento las nuevas experiencias políticas que están produciéndose en su país del  que en los últimos años han partido propuestas políticas nuevas basadas en las comunidades indígenas como “La economía del buen vivir” que surge como modelo alternativo al imperante modelo neoliberal que tiene como idea-fuerza el desarrollismo. La idea de desarrollo económico tal y como se concibe actualmente ya no da más de sí. ¿Cuántos planetas necesitaríamos si todos los habitantes del planeta quisieran vivir a la manera occidental? Un modelo basado en el consumo que ha beneficiado a una minoría de la humanidad.
Porque del mundo indígena hay que aprender su manera de relacionarse con el entorno y con la comunidad lejos de posturas eurocéntricas.
Cada comunidad, cada territorio debe dar respuesta a sus propios problemas siempre de manera democrática, dialogada.
Una de las victorias del neoliberalismo ha sido robarnos la capacidad de dialogo fomentando el individualismo a ultranza.
Una vida buena es una vida armónica con el entorno cooperando y no compitiendo. Construyendo alternativas en común en la que haya espacio para todos y cuidemos unos de los otros.

Porque un mundo nuevo está en marcha y está claro que otro mundo es posible, pero debe ser necesariamente un mundo mejor.

lunes, 4 de noviembre de 2013

NOVIEMBRE



Comienza noviembre, el frío y se acaba del puente de los santos. Millones de desplazamientos en carretera, unos para ir al pueblo a rezar por los muertos, otros a evadirse unos días de la gran urbe. Todos los años cumplimos con  el rito social y colectivo de recordar a los muertos. Los que ya no están entre nosotros.
Los niños celebran Halloween sin darse cuenta realmente de lo que hacen, se disfrazan, comparten chuches. Los adolescentes ven películas de terror para pasar miedo, afortunadamente salvo excepciones todavía no son conscientes de lo que supone la pérdida de un ser querido. Los mayores compran crisantemos y arreglan las tumbas.
La jerarquía eclesiástica nos avisa de que nos estamos pasando con la celebración de Halloween. ¿preocupados?  Imagino que sí, cada vez tienen menos influencia en la sociedad, les guste o no.
Me gusta esta fiesta pagana de origen celta que ha dado la vuelta al mundo. Unos la critican por americana otros por pagana, pero ahí está. ¿De qué nos extrañamos? Nuestros niños consumen grandes dosis de cultura anglosajona a diario. La tele, les educa, conforma su personalidad. Aprendemos inglés porque sin esa lengua lo tenemos dificilísimo. Un idioma es también una cultura, no es algo aséptico y neutro.  
El cementerio tras estos días vuelve a ser un lugar vacío, desierto y desolado. En la ciudad se planifica un nuevo camposanto de gestión privada, acorde con los tiempos. El neoliberalismo  dominante no pierde ocasión de extender su ideología. El que tenga dinero se enterrará, el que no acabará en una fosa común. Basta darse un paseo por el cementerio para ver que hasta en la muerte hay diferencias. En los cementerios católicos los ricos tienten panteones familiares, mármoles y oropeles, los humildes una simple lapida.
Gerald Brennan, el famoso autor de “El laberinto español” dono su cuerpo a la universidad de Málaga porque se quedó escandalizado tras años de vivir en España de lo que costaba una sepultura. Su cadáver estuvo décadas en formol, ningún estudiante se atrevía a experimentar con tan ilustre cadáver. No hace mucho la ciudad de Málaga le regalo un entierro.
Personalmente prefiero los sencillos cementerios musulmanes, donde un simple mojón indica la presencia de lo que un día fue un amasijo de sueños y emociones.