El dato es sangrante. Habla por sí solo ¿qué ciudad puede soportar tanta población desempleada?
El paro en la ciudad y la comarca siempre ha sido alto pero las últimas cifras son alarmantes. ¿Se podrá mantener la paz social con semejantes cifras?
Detrás de cada número hay una persona, una familia, en definitiva un drama. Para la mayoría de la población (sin rentas, patrimonio, etc.) que vive únicamente de su salario y que asiste diariamente a través de los medios de incomunicación dominantes a un espectáculo vergonzoso de evasión de capitales, corrupción, cuentas millonarias en paraísos fiscales, ayudas descomunales a la banca (no olvidemos que es la que ha ocasionado esta crisis), la situación es insostenible.
El no tener trabajo supone enfrentarse día a día a la manera de resolver las necesidades básicas. Pagar el alquiler o la hipoteca y dar de comer a la familia se ha convertido en algunos casos en algo casi imposible, no es extraño por tanto que muchas de ellas dejen de pagar su deuda con el banco y decidan, lógicamente, alimentarse.
Al principio, la familia, los amigos ayudan, pero poco a poco esas redes se agotan. No queda más remedio que reducir gastos (en un principio los superfluos) pero a medida que el tiempo pasa y la situación se deteriora es complicado pagar los mínimos de luz, gas, impuestos (por cierto cada vez más altos).
Los desempleados son las víctimas de esta brutal recesión que sufre nuestro país, agravada en la región por los recortes sociales, y en Talavera por los problemas endémicos que arrastra nuestra zona respecto al mercado de trabajo.
Además la actual política de recortes (reajustes como la llaman algunos tertulianos) ha suprimido prácticamente todas las ayudas sociales, incluso me han hablado de casos que no pueden pagar sus medicamentos y son enfermos crónicos, con lo que peligra su vida.
La cola de personas a la puerta de Caritas solicitando comida cada vez es más grande. La pobreza se extiende y la caridad sustituye a los derechos sociales básicos.
Entre los niños se abren brechas que hasta hace poco no existían. ¿Volvemos a dividirnos entre ricos y pobres? ¿Es esta la ciudad que queremos? ¿La igualdad de oportunidades ha sido un espejismo?
El dato del paro es espeluznante, pero el drama personal y humano que viven las personas que teniendo salud, ganas y edad de trabajar no pueden hacerlo es dantesco.
Ahora, el espectáculo lamentable de ver a las fuerzas políticas “Y tú más” es todavía más descorazonador.
¿Y el capital de la ciudad? ¿Dónde están las empresas punteras? ¿Qué hacen por Talavera los que tienen dinero y poder?
Talavera sufre la crisis más que cualquier otra ciudad, entre otras cosas porque nunca fue un lugar floreciente ni en los mejores años. Había trabajo, pero no en la ciudad, miles de trabajadores se trasladaban diariamente a Madrid y otras poblaciones cercanas. En las dos décadas anteriores, mientras en gran parte del país se desarrollaban proyectos innovadores aquí seguíamos anclados en el inmovilismo más recalcitrante.
Pero ¿cómo hemos llegado a esto?
Torrehierro siempre fue un espejismo, un fantasma de polígono industrial que generó poco trabajo en una ciudad con tan elevado número de habitantes. Unilever se instaló en 1978, pero echó el cierre en el 2006 tras un ERE conflictivo que dejó a decenas de trabajadores sin empleo.
El sector textil dio durante años trabajo a mucha gente, si bien es cierto, que no fue nunca un sector puntero. Eran pequeños talleres que trabajaban para grandes empresas con condiciones de trabajo infrahumanas para las trabajadoras que trabajan en el sector con condiciones laborales, en ocasiones ,que tenían que ver más con las maquilas de México que con las de un país desarrollado y supuestamente civilizado. Pero a pesar de estas iregularidades laborales los talleres de confección daban trabajo. Este ha sido el sector más vulnerable ante la deslocalización empresarial, ahora es más rentable contratar mano de obra en Marruecos, Rumania, China, etc. Por tanto un sector que solo ofrecía mano de obra sin ningún distintivo de calidad, diseño, etc. A pesar de tener un centro tecnológico de la confección que ha investigado nuevas fibras textiles y está reconocido nacional e internacionalmente el empresariado talaverano apostó por lo fácil y no se posiciono en primera línea ante la que se avecinaba, la globalización de los mercados.
También podríamos hablar de lo que pudo ser y no fue, un Mercado de ganados activo e importante, una industria agroalimentaria (basada en los recursos de la zona) innovadora. Existió una fábrica de leche LA ILTA, hoy abandonada. La comarca de Talavera produce el 70 % de la leche de la región ¿no tendría que haberse desarrollado ya una importante industria láctea? ¿Y los productos de la huerta? ¿Por qué no se han desarrollado proyectos relacionados con lo que tenemos? Aún estamos a tiempo de crear cooperativas fuertes de productos alimenticios, eso sí, agroecología y no esperar, como siempre, que una gran multinacional quiera seleccionar nuestra tierra para instalarse aquí. Ahora es Senoble, en los años 70 fue la Ford.
La artesanía que nos caracteriza, la cerámica, sobrevive gracias al empuje y el arrojo de los pocos que se mantienen, con mucho trabajo y esfuerzo. Aún así el barro lo tienen que importar, ya que aquí en la zona, no hay ninguna empresa que se dedique a procesarlo.
El comercio sobrevive a duras penas, la falta de empleo ha disminuido el consumo. Los pequeños comerciantes resisten como pueden el pulso de la recesión. Se cierran comercios constantemente, e incluso hemos visto en los últimos tiempos como han desaparecido emblemas del comercio talaverano como las Marys y Muebles de Talavera.
Causas que se me ocurren de este despropósito:
Ø Clase empresarial endogámica, poco emprendedora. Falta de una burguesía ilustrada, culta y motor de empresas con criterios éticos y sociales.
Ø Clase política más preocupada en hacer carrera que por la ciudad. Políticos que han gobernado y gobiernan sin visión de futuro, como si de un poblacho se tratará y no de la gran ciudad que es (capital natural de una comarca que en total abarca 220.000 habitantes )
Ø Población sumisa e inmovilista, que acata sin problemas las decisiones ya sean municipales, regionales o estatales, sin cuestionarse si benefician o no a nuestro territorio.
Ø Falta de autoestima. Poca valoración de los recursos propios, la huerta, las ferias de ganado, la cerámica.
¿Qué queremos ser? Una ciudad dormitorio de Madrid o una ciudad habitable, amable en la que haya recursos para todos, donde se pueda trabajar y vivir de una manera sostenible.
Lo que me sigue fascinando de Talavera es la cantidad de gente creativa, especialmente los jóvenes, que inventan y reinventan fórmulas para salir adelante.
¿Necesitamos un monstruo como Eurovegas para tener futuro? Es lamentable y vergonzoso que nuestra ciudad, nuestra tierra dependa de un magnate del juego y la prostitución para desarrollarse. Basta echar un vistazo a las declaraciones de ciertos sectores para ver su opinión al respecto.
El 27 de abril los sindicatos han convocado una manifestación por el empleo. Hay que apoyar esta iniciativa. Salir a la calle. Mostrar al poder político y económico la situación de miles de familias talaveranas. Ahora, trabajar por Talavera es un proyecto de todas y todos los que vivimos en ella.
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