EL 15 AÚN RESPIRA

Big Bang o la Teoría de la gran explosión para explicar el origen del Universo y también el nombre de un local que en los últimos tiempos se ha convertido en decorado de un pedazo de nuestras vidas. En este lugar siempre pasan cosas y está lleno de gente linda. El pasado diciembre mi querido amigo  Francis rindió su particular homenaje al gran Lennon organizando un Memorial en su honor. Así en Talavera tuvimos nuestro particular homenaje a este gran músico autor del famosísimo tema “Imagine”.

Y hoy 15, eso hicimos, seguir imaginando y soñando, como siempre, un mundo mejor. Empezamos el año, reuniéndonos, un  grupo de personas, y entre ellas, algunas que han trabajado mucho por mantener el 15 M  en Talavera. Han sido el alma del mismo desde que nació el movimiento, sentimiento, o como lo queramos llamar.

Es hermoso hablar, comunicarse, poner ideas en común y seguir soñando con una ciudad a  la medida del ser humano. Una ciudad habitable y amable.

La grandeza del 15 M es que todos caben. Cada uno tiene su idea en la cabeza de lo qué es el 15 M, pero una cosa nos une, el deseo de ser partícipe de lo que sucede, formar parte de lo que pasa en la ciudad, intervenir  y no ser un mero espectador.

Nuestra tierra es el mundo y el mundo es nuestra tierra. Lo que ha supuesto la velocidad a la que se transmite la información desde cualquier rincón del mundo (en tiempo real) hace posible emocionarnos e indignarnos con historias que suceden a miles de kilómetros. Se tiene una conciencia global de la injusticia pero poco podemos hacer por cosas que suceden tan lejos, a pesar de tener conocimiento de ellas, pero si podemos incidir en nuestro entorno más cercano. El famoso lema acuñado en la conferencia de Río de Janeiro “Piensa globalmente, actúa localmente” está más vivo que nunca.

Somos la gente la que tenemos que tomar conciencia de cómo queremos que sea el lugar donde vivimos.

Vivimos rodeados de una inmensa Vega, la del Tajo. La huerta talaverana que está dañada, herida nos rodea por todas partes. Las tierras más fértiles fueron devoradas por la burbuja maldita y el agua del Tajo se ha convertido en un vertedero. Sólo pensar en trabajar para recuperar lo que queda de huerta y limpiar el agua del río es el principio para conseguir la soberanía alimentaria. Ahora somos cuatro gatos, pero el futuro está ahí, es también nuestro pasado: el agua y la tierra.

Son muchas las cosas concretas que necesita la ciudad, pero sobre todo alegría y tomar conciencia de nuestro entorno y construir cosas en él.

Gracias a todxs, por seguir ahí, a pesar del desaliento y la tristeza que parece haberse apoderado de todo.