Siempre es grato ver el desarrollo de un proyecto, la materialización de una idea. He tenido el privilegio de asistir y seguir de cerca el nacimiento del OAS observatorio Astronómico de Segurilla.
Hace ya muchos años que Santos volvió a su tierra natal tras vivir muchos años en las Islas Afortunadas. Su pasión por las estrellas le hizo concebir una idea y se marcó una meta, construir un Observatorio Astronómico aquí en estas tierras. Era el sitio perfecto, un cielo sin la contaminación lumínica de Madrid, ni cerca, ni lejos de la capital, una zona bien comunicada y con un cielo limpio y estrellado. El destino o la casualidad le vinculo a José María, astrofísico y apasionado del estudio del universo. La primera y única vez que vi la luna fue de la mano de José María, hace ya algunos veranos. Inenarrable la sensación de ver a nuestro satélite al alcance de la mano. Se lo agradeceré siempre. Estos dos entusiastas del universo y de las estrellas nos han regalado muchas horas inolvidables transmitiendo esta pasión a los que nos hemos acercado a la asociación. De hecho, hoy el observatorio es una realidad gracias a la Asociación MEL 111 que no sería posible sin la labor Carmen, Fernando, Toñi que han estado siempre al pie del cañón desde los inicios.
El espacio, un antiguo vertedero de basura con un nombre precioso “Valparaiso”. Un ejemplo de reutilización del territorio. Hay que destacar también las facilidades que siempre ha proporcionado el alcalde de Segurilla Pablo Barroso para apoyar en todo momento este proyecto impidiendo las trabas administrativas que en muchos casos se encuentran las personas con iniciativa.
Un lugar que sin lugar a dudas es un punto privilegiado para observar el cielo y donde se fusionan lo científico y lo espiritual.
El observatorio cuenta con un telescopio impresionante “Majestic” que nos acerca al conocimiento del universo y el observatorio solar “La plaza de las estrellas” donde ya han realizado algunas actividades en días especiales para los amantes de la astronomía como observaciones durante el verano de la lluvia de las Perseidas.
El espacio, privilegiado, un balcón sobre el río Guadyerbas, con un paisaje incomparable. Un ejemplo más de que los proyectos hechos con inteligencia, ilusión y tesón prosperan. Sólo tenderemos futuro en esta comarca si valoramos los recursos propios y los proyectamos al mundo.
Enhorabuena a todos los que habéis hecho posible este maravilloso sueño con el que nos enriquecemos todos.
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